Hace unos meses pudimos comprobar cómo los toreros Paco Camino y José Tomás devolvían sus Medallas de Oro de las Bellas Artes, concedidas por el Ministerio de Cultura, al no estar de acuerdo con la concesión de dicho reconocimiento al matador Francisco Rivera Ordónez, a pesar de ser compañeros de profesión. Equivocados o no, mostraron que les quedaba dignidad para protestar por algo que ellos consideraron injusto.
Pero en el tema de la música parece ser distinto; en esta actividad, castigada por la piratería, cualquier "friki" se considera con derecho a representar a España sin que el resto de la profesión se escandalice por ello. ¿Dónde está la dignidad de los músicos?.
Y la SGAE, centrada en recaudar para "sus socios" a golpe de denuncia, no se sonroja al ver personajes de la talla de Rodolfo Chikilicuatre con su "efímera carrera" y, ahora, de Karmele Marchante (alias "Pop Star Queen"), intentando llegar a Eurovisión, aunque sea con el respaldo de 150.000 "frikivotos".
Al final, no es cuestión de música sino de "marketing". Los miles de euros obtenidos por la venta de politonos a graciosillos de turno, la publicidad que se hace a TeleCinco, las llamadas a los "908" y los mensajes para la elección de candidatos, ya generan suficientes beneficios como para emprender tal desatino. Por otra parte, con este tipo de "elección democrática vía Internet", RTVE se asegura de que el próximo año España no tenga que organizar un concurso deficitario como es Eurovisión.
Está claro que cada país tiene lo que se merece.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Y me ha encantado lo de "frikivotos" ;D
No se nriquecerán con MIS llamadas al 908; eso seguro.
Un beso!!
Que conste que lo de "frikivotos" me lo inventé ayer por la noche, si luego aparece la palabreja en algún programa de televisión les tendré que cobrar "derechos de autor", como hace la SGAE conmigo.
Saludos desde Asturias.
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