jueves, 22 de junio de 2017

Ayer lo empecé, ...hoy lo terminé





Últimamente he decidido adentrarme en la lectura de autores poco conocidos o noveles, salirme un poco del típico "best seller" que suelo leer y experimentar con lecturas de otros autores no tan consagrados como, por ejemplo, Sebastian Fitzek, Lars Kepler o Donato Carrisi.
En mi búsqueda de novelas para leer este verano, he descubierto "Te veré bajo el hielo" ("The Girl in the Ice") del autor británico Robert Bryndza (1979) que acaba de publicar en España su primera novela negra. Sólo decir que la he leído en menos de siete horas, me ha enganchado desde el principio y, sin tener una trama con muchos altibajos, ha sabido mantenerme en vilo todo el tiempo.

El descubrimiento del cadáver de un chica bajo una gruesa capa de hielo en un parque en el sur de Londres, una detective con sus propios demonios personales y un asesino en serie son excelentes ingredientes para prever una trama llena de intriga y emociones.

En su página web, Robert Bryndza nos anuncia sus próximas novelas "Una sombra en la oscuridad" ("The Night Stalker"), "Aguas oscuras" ("Dark Water"), "Last Breath" y "Cold Blood" que completan la serie de la detective "Erika Foster".

¡Ya estoy deseando leerlas!


Título: "Te veré bajo el hielo"
Autor: Robert Bryndza
Editorial: Roca Editorial de Libros
ISBN: 9788416700530
Nº de páginas: 402


Si has llegado hasta aquí, quizás sea porque has encontrado algo interesante que leer. Si quieres ver alguno de mis otros comentarios o relatos breves puedes acceder a la página principal desde este enlace "El Viento del Norte".
Te invito a volver cuando quieras para mostrarte las próximas entradas que escriba.
¡Gracias por tu visita!

lunes, 12 de junio de 2017

El Cementerio de los Libros Olvidados





¿Sabéis donde se encuentra el verdadero "cementerio de los libros olvidados"?
Os lo digo yo... en el puto contenedor de los cartones.
Conseguir un final digno a una parte de la biblioteca que perteneció a mi padre ha sido tarea imposible. He intentado regalar libros por internet, donar colecciones de biografías y enciclopedias a institutos de enseñanza, he hablado con centros benéficos con la intención de entregarles cientos de novelas para que las vendiesen en el rastrillo de los domingos y, a excepción de algunos amigos que han sabido apreciar un regalo, ha sido tarea imposible darles un digno final.
La semana pasada, tras realizar una criba exhaustiva, decidí llenar los asientos traseros y el maletero de mi coche con todos aquellos libros descartados; unos cuatrocientos libros cuyo destino fue un "punto de reciclaje" de los múltiples que se encuentran esparcidos por mi ciudad.
Mientras lanzaba con rabia los libros a un enorme contenedor repleto de cartones para embalar electrodomésticos, me debatía entre el dolor por no poder darles una segunda oportunidad y comprender que ahora todos ellos apenas ocuparían espacio en mi e-reader.
Así, pasaron por mis manos infinidad de escritores clásicos, decenas de volúmenes de la "Biblioteca Básica Salvat", algunos "Premios Planeta", varios de la "Colección Austral", junto con libros de informática, bricolaje, contabilidad, cocina y un largo etcétera de materias variopintas. De todos modos, autores consagrados y éxitos efímeros han tenido el mismo final, el vertedero.
Quien, por cualquier motivo, haya tenido que desprenderse de sus libros, sabrá de lo que hablo, comprenderá el dolor y la rabia que ahora siento.


- ¡Cuántos libros! ¿Los has leído todos?
- Yo no, pero, sí, hay alguien que los ha leído todos.

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Tres años después la historia se repite. Esta vez no han sido libros sino un piano de pared que perteneció a mi abuela. Nuevamente, ha sido imposible regalarlo y acabó destrozado en un "punto de reciclaje", eso sí, no en el puto contenedor de los cartones sino en el puto contenedor de las maderas.