miércoles, 4 de noviembre de 2015

Una década juntos





-¿Para qué escribes papá, si nadie te lee? - eso me preguntó Lidia refiriéndose a los relatos breves. Sinceramente, la pregunta, en ese momento, me dolió.
- ¡Otros juegan al Candy!. - le contesté sin pararme a pensar.

Al día siguiente, la pregunta todavía seguía dando vueltas en mi cabeza buscando una respuesta racional.
En lo relativo a las historias breves, hay varios motivos. El primero es tomármelo como un reto, practicar a base de escribir nuevas historias e intentar mejorar. Ese relato que lees en menos de cuatro minutos, en ocasiones, me lleva muchas horas realizarlo. Es necesario buscar información incluso para los detalles más insignificantes. Todos los lugares que aparecen son reales, es necesario repasar biografías y cuadrar fechas; toda una serie de requisitos para hacer la historia lo más real posible. Una vez escrito, requiere pequeños ajustes, corregir formas verbales, eliminar adverbios, modificar la situación de las comas, todo ello, para conseguir una lectura fluida y mantener el interés en todo momento. Aún así, siempre son mejorables.

En cuanto a la segunda parte de la pregunta (la que me dolió), sólo decir que escribo por el placer de hacerlo, sabiendo que muy pocas personas lo leerán. Un simple "me gusta" o un pequeño comentario, siempre es más importante por saber que alguien lo ha leído que por valorar lo escrito.

Lo dicho... ¡como jugar al Candy!.

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04.11.15

Un día como hoy de hace diez años empecé esta andadura, probablemente pensando que no tendría más continuidad que la propia experiencia de aprender a usar un nuevo medio de comunicación y luego quedaría, como otras muchas cosas, en el cajón de los olvidos. Milagrosamente, aún sigue abierto.

En esta década he intentado, sobre todo, ser honesto conmigo mismo e incluir aquellas noticias que consideraba interesantes, tanto a nivel social como personal. He querido mantener un carácter constructivo, en cierta manera optimista, aún sabiendo que quizás nadie las leyera. Lamentablemente, no siempre lo he conseguido.

Actualmente permanecen más de un centenar de entradas visibles, aunque han sido muchas las eliminadas al perder su interés o quedarse anticuadas. De todos modos, existen otras ocultas, en forma de borrador, a la espera de ser terminadas y publicadas algún día.

Seguramente, al igual que la historia se repite, algunos de mis post vuelven a estar de moda; de ahí que algunos entradas sean recurrentes. En ocasiones me gusta actualizar la información e incluir nuevos comentarios vistos desde la perspectiva del paso del tiempo. Otras veces, simplemente, me apetece rememorarlas.

A pesar de que el blog ha permanecido cerrado en múltiples ocasiones, casi siempre por motivos personales (estudios, trabajo o, simplemente, obligaciones  familiares), siempre he estado a la espera de noticias que avivasen la necesidad de expresar mis opiniones. Y así ha sido, siempre he encontrado una buena excusa para continuar alimentándolo.

Habréis notado que en los últimos tiempos ha dado un giro hacia contenidos relacionados con el cine y la literatura, incluyendo diversas reseñas sobre libros, críticas de películas e, incluso, algún que otro relato breve. De todas formas, no temáis, pronto llegarán otras entradas de lo más variopinto.

Por último, no quisiera despedirme sin dar las gracias a todos; a quienes habitualmente entráis en el blog por vuestra constancia y a los que habéis llegado por casualidad, os invito a volver cuando queráis, quizás la próxima vez haya algo que os interese.

De todos modos... ¡Gracias por vuestra visita!